Trabajadores indios de baja casta siguen teniendo que limpiar manualmente los excrementos humanos de los aseos, pese a una ley promulgada el año pasado para terminar con esta “práctica discriminatoria”, indicó el lunes Human Rights Watch.
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Los trabajadores de baja casta suelen tener dificultades para conseguir cualquier otro tipo de empleo. Además, en algunos casos, las autoridades locales y los habitantes amenazan a quienes limpian los aseos manualmente para que no abandonen este trabajo, indicó la organización de defensa de los Derechos Humanos en un informe, tras entrevistar a más de 100 personas que realizan este trabajo.
En muchos casos se trata de mujeres que suelen limpiar los retretes sin cisterna con herramientas muy sencillas, juntando las materias fecales en cestos de bambú, para luego llevarlas en carritos a los vertederos, agregó.
Según HRW, en zonas rurales, se les suele dar comida que sobró, ropa vieja o acceso a la tierra, en lugar de un sueldo.
“Los sucesivos intentos de los gobiernos indios para terminar con la limpieza de los excrementos en función de las castas fracasaron por la discriminación y la complicidad a nivel local”, declaró Meenakshi Ganguly, directora de HRW para Asia del Sur.
“El gobierno tiene que comprometerse a aplicar las leyes que prohíben la limpieza manual”, agregó.