Mediante su informe dirigido al Consejo de Derechos Humanos de la ONU advierten que una “guerra regional parece acercarse”, en medio de un contexto donde insurgentes sunís logran avanzar en la región fronteriza entre Irak y Siria, lo que genera preocupación en Washington y Teherán.
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A esto se suma el conflicto interno en Siria que desde marzo de 2011 ha dejado al menos 160 mil muertos. “El conflicto en Siria ha alcanzado un punto de inflexión, amenazando a la región entera”, aseguró el diplomático brasileño Paulo Sergio Pinheiro y presidente de la comisión investigadora de la ONU.
En el reporte, la comisión vaticinó que el conflicto en Irak tendrá “violentas repercusiones” en Siria, especialmente la violencia sectaria “como consecuencia directa del surgimiento de grupos extremistas”.
Finalmente, lamentó que nadie haya puesto antes mayor atención a las advertencias que su equipo lanzó en el pasado sobre el peligro que, por ejemplo, representaba el grupo extremista Estado Islámico de Irak y Siria y sus acciones en Siria.
“Ahora hay más combatientes extranjeros y recursos. Ellos tendrán un territorio sin fronteras (entre Siria e Irak), lo que es muy bueno para el futuro califato que proponen”, ha señalado. Estas declaraciones llegan precisamente cuando los yihadistas están protagonizando una gran ofensiva en Irak.
TÁCTICAS BRUTALES EN DAMASCO El informe de las Naciones Unidas también describe cómo el régimen de Bashar Al-Assad logró recuperar terreno en Damasco y Alepo mediante el uso de “tácticas brutales” y bombardeos con barriles explosivos.
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El equipo de la ONU logró entrevistar a unos 3 mil sirios. se logró recaudar documentos de crímenes de guerra apoyados por miles de fotografías.
