Era una verdad escondida. Ahora, un estudio lo pone en evidencia. Los menores con tendencias homosexuales son más propensos a sufrir hostigamiento en la etapa escolar, al punto que un 35% de ellos abandona su colegio por estas agresiones.
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El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH) acaban de difundir un estudio sobre el bullying por razones sexuales, en el que entrevistaron a 900 limeños de 18 a 24 años. Según el informe, al que tuvo acceso Publimetro, el 42,9% de los entrevistados se sintió hostigado alguna vez por sus compañeros en el colegio. En el caso de los homosexuales, el hostigamiento o ridiculización llegó al 68%, mientras que en las personas heterosexuales, la cifra llegó al 43%.
El bullying homofóbico afecta más a los escolares varones que a las mujeres, comenta a Publimetro Carlos Cáceres, director de la Unidad de Salud, Sexualidad y Desarrollo Humano de la UPCH, ejecutor del estudio.
Según Cáceres, la principal forma de bullying son los insultos verbales, tales como maricón , cabro y chivo por parte de sus compañeros.
De todos los homosexuales encuestados, el 48% dijo que las agresiones verbales eran frecuentes; un 34,5% las recibió algunas veces; y solo un 17% nunca escuchó ningún comentario ofensivo en su contra. Para mucha gente, el colegio no es una experiencia fácil y está llena de violencia , comenta Cáceres.
Los propios afectados atribuyen este rechazo a diferentes motivos. El 33,3% cree que los insultaron porque eran callados o tranquilos y el 25% reconoce que se debió a que no eran el típico macho.
Cáceres asegura que antes el bullying homofóbico se consideraba normal porque formaba parte según las creencias del propio aprendizaje del niño.
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Afortunadamente, dice, ahora hay una mayor sensibilización sobre estos casos y un mayor intento de protegerlos. Ahora es visto como un tipo de violencia psicológica, afirma.
Destaca los esfuerzos del Ministerio de Educación por abordar la problemática del bullying, pero reconoce barreras para sensibilizar a los docentes.
El ministerio ya lo está viendo, pero no es como empezar a enseñar geografía. Implica un cambio de mentalidad que tiene que ver con los profesores, dice.
