La muerte de una jirafa joven y sana ha generado gran polémica en las redes y en grupos que defienden los derechos de los animales. El animal conocido como Marius en la redes o Mario, fue abatido a tiros en un zoológico de Copenhague, Dinamarca, a pesar de que miles de activistas firmaran una petición en línea para evitarlo.
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La jirafa de 18 meses de edad fue sofocada con una pistola de perno la madrugada del domingo para luego ser cortado y utilizado como alimento de los carnívoros en el zoológico, así lo confirmó el portavoz del zoológico Tobias Stenbaek Bro.
De acuerdo con el zoológico, la eutanasia estaba en conformidad con las políticas de la Asociación Europea de Zoos y Acuarios (Eaza, por sus siglas en inglés) para prevenir la endogamia en la población jirafa.
“Si los genes de un animal están bien representadas en una población, la cría y ese animal en particular es no deseado. Como los genes de esta jirafa están bien representados en el programa de cría y ya que no hay lugar para la jirafa en el zoológico de manada de la jirafa, el Programa Europeo de Cría de jirafas ha acordado que el zoológico de Copenhague le realice una eutanasia a la jirafa”, explicó el portavoz.
En ese sentido, según el zoológico la castración se considera cruel con “efectos indeseables”, y se creía que al dejarlo en libertad en su hábitat natural, Mario tendría pocas probabilidades de sobrevivir.
Un zoológico sueco, que no es parte de la red de la EAZA, trató en vano de conseguir que Mario sea transferido, según informó el diario Expressen.
Asimismo, se supo de que un promotor danés que vive en Los Angeles, Claus Hjelmbak, aseguró que había encontrado a un comprador multimillonario para el animal, pero que recibió una negativa por parte del director del zoológico.
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Esta acción ha provocado la indignación en línea, con más de 5.000 personas que han firmado por medio de una petición en Facebook para salvar a Mario, así como de grupos defensores de los animales.
“Esto demuestra que el zoológico no es de hecho la institución ética, porque aquí usted tiene un producto de ‘desecho’”, declaró Stine Jensen, de la Organización de Dinamarca contra el sufrimiento de los animales a la BBC.