“Queremos expresar nuestro hondo pesar por el abuso de seminaristas menores de edad, los actos inmorales con hombres y mujeres adultos, el uso arbitrario de su autoridad y de bienes, el consumo desmesurado de medicamentos adictivos y el haber presentado como propios escritos publicados por terceros”, sostiene en una petición oficial de perdón el movimiento católico, en la que expresa también su “solidaridad” con las víctimas.
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