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1. Infórmate “La información es poder”, por tal motivo lee los manuales de usuario de su router o pide asesoría a tu proveedor de Internet para conocer el equipo que tienes en casa.
2. No conserves la configuración de la fábrica Los equipos que no están modificados por los administradores son sensibles a ser hackeados, más vale prevenir que lamentar.
3. Cambia el nombre de la red Sí, es posible y recomendable modificar el SSID evitando que quien esté en busca de una red tenga información valiosa como el nombre de tu módem.
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4. Descubre quién está robando el WiFi Apps como Who’s On My WiFi ayudan a detectar a ladrones de la red, lo cual ayudará a saber que la seguridad está fallando.
5. Elije contraseñas cifradas Por ejemplo el sistema WPA2 o algún otro de más de ocho caracteres donde combinen números y letras.
6. Coloca el router en un lugar estratégico Los administradores y el mismo usuario pueden decidir el alcance del WiFi. Establece solamente los metros necesarios y no lo coloques en la pared compartida con el vecino.
7. Cuidado con la seguridad Ni poca como para que se roben el WiFi, ni tanta para que dificulten procesos futuros. Cuando un ladrón no puede entrar con facilidad a la red, abandona su intento y busca otra.
8. Apaga el módem cuando no lo utilices Es, sin duda alguna, la mejor recomendación para que no roben el WiFi.