El 40% de las personas que manejan vehículos y que acuden a centros de diversión como discotecas en Lima admitió que al menos una vez lo hizo en estado de ebriedad, y el 5% dijo también que lo hizo bajo los efectos de las drogas.
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Esa revelación la arroja una investigación trabajada por Cedro denominada “Opinión sobre drogas en jóvenes que acuden a centros de diversión nocturna” en el mes de diciembre último, recogiendo testimonios de 937 personas de entre 18 y 51 años, en los alrededores de 11 bulevares de Lima.
Del total de encuestados, 428 (290 hombres y 138 mujeres) dijeron que manejaba vehículos y de ese grupo el 40%, es decir 171 reconocieron que alguna vez condujeron bajo los efectos del alcohol.
Asimismo, el 5% de este grupo, (unas 21 personas) admitió que manejó habiendo consumido drogas ilegales.
Según este estudio, dado a conocer hoy, la mitad de los entrevistados acude a un centro de diversión dos o tres veces por mes. También se ha podido determinar que la proporción de mujeres concurrentes a estos lugares es muy similar a la presencia masculina, hecho que 10 años atrás no ocurría.
Otro de los detalles que esta investigación permitió descubrir es que la mayoría de las personas que van a un lugar de diversión se lo comunican a sus familiares. El 91% de las mujeres y el 89% de los hombres revelan que sus familias saben donde irán.
Alfonso Zavaleta, investigador de Cedro, quien presentó el estudio, consideró que este cambio de actitud puede obedecer a que mucha gente teme a la inseguridad ciudadana y prefiere que sus familiares estén informados de su paradero por cualquier problema que se les pudiera presentar.
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Los principales riesgos que identifican los asistentes en los lugares de diversión son – en el caso de los hombres – los robos y asaltos, las peleas, la oferta y el consumo de drogas, la posibilidad de ser drogado por otra persona con fines de robo (pepeado), violación, contagio de enfermedades.
En el caso de las mujeres, lo que más temen es a los asaltos, las violaciones, oferta y consumo de drogas, las peleas, ser pepeada, contagio de enfermedades.
Para los asistentes a los lugares de diversión las drogas que se consiguen con mayor facilidad son la marihuana, la pasta básica de cocaína, el clorhidrato de cocaína y el éxtasis.
Según las opiniones recogidas, la PBC es considerada la droga más peligrosa, seguida por la cocaína. Ni la marihuana ni el éxtasis revisten mucho peligro para los entrevistados.
Estas última respuesta fue cuestionada por Milton Rojas, también investigador de Cedro, quien dijo estar sorprendido que solo un 11% de los asistentes a los centros de diversión consideren que el éxtasis es peligroso “cuando quienes lo consumen pueden requerir tratamiento siquiátrico”.
Agregó que ese tratamiento puede ser largo o de tipo permanente, pues los consumidores pueden llegar a desarrollar hasta psicosis.