Las masivas reuniones convocadas por jóvenes brasileños en centros comerciales, que a veces derivan en robos y desorden, inquietan a las autoridades y a dueños de negocios, quienes incluso han llegado a prohibir estas concentraciones bajo amenaza de multa.
PUBLICIDAD
Bautizadas como “rolezinhos”, son reuniones que comenzaron a realizarse en diciembre en Sao Paulo en las que adolescentes – sobre todo de sectores populares o periféricos – se dan cita en los centros comerciales para bailar ‘funk’, beber y divertirse.
Los “rolezinhos” recuerdan a los “flash mob”, una especie de reunión espontánea de personas que realizan alguna actividad recreativa o coreografía. Aunque suelen ser más desordenados.
Pero en muchas ocasiones estos encuentros terminan en desorden e incluso en robos a las tiendas, con policía y guardias de seguridad reaccionando violentamente tal como ocurrió el sábado en la popular región de Itaquera, en el este de Sao Paulo.
Convocados por Facebook, un millar de jóvenes llegó al centro comercial Metro Itaquera, que ya había conseguido una orden judicial para prohibir el encuentro. La policía usó gas lacrimógeno y balas de goma para dispersarlos e incluso golpeó a algunos, según imágenes difundidas por la prensa.
El gobernador del estado de Sao Paulo, Geraldo Alckmin, dijo que se investigarían las denuncias que involucraban a policías, pero que la seguridad dentro de los centros comerciales es privada.
El alcalde de Sao Paulo, Fernando Haddad, dijo de su lado que su administración pretende ampliar y mejorar las áreas de esparcimiento para los jóvenes de las zonas más pobres.
PUBLICIDAD
Los centros comerciales han recurrido a la justicia para impedir estos encuentros. El fin de semana pasado, el elegante JK Iguatemi en Sao Paulo señaló que una resolución judicial establecía una multa de 4.500 dólares a quienes participen.
“Apoyamos esta medida, claro, estamos de lado de los comerciantes, de los clientes y de los trabajadores de los centros comerciales. Muchas veces estos tumultos terminan en robos”, señaló a la AFP una portavoz de la Asociación brasileña de comerciantes de Shopping (Alshop).
Pero organismos de derechos humanos han criticado la prohibición y convocaron a una protesta este sábado en el JK Iguatemi por considerar que es una medida discriminatoria contra “jóvenes negros, pobres y funkeiros (los adeptos al estilo ‘funk’ que se escucha en las zonas populares de Brasil)”.
Mientras, los “rolezinhos” preparan otro encuentro el domingo en el Shopping Leblon, en la exclusiva zona sur de Rio de Janeiro y otros en ciudades del interior del estado de Sao Paulo e incluso en Brasilia, la capital.