La primera proyección pública en Rusia sobre el documental del grupo activista y feminista, Pussy Riot, fue cancelado por el gobierno en el último minuto del sábado, así declararon los trabajadores del local.
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La producción ‘Pussy Riot: Una oración punk’ tenía que haberse proyectado en Moscú el domingo por la tarde, a menos de una semana que las dos últimos miembros de la banda fuesen liberadas de prisión, condenadas a dos años por ‘vandalismo motivado por el odio religioso’.
Pero el sábado, los directores del Centro de Gogol, un teatro financiado por el Estado, recibieron una llamada de las autoridades que amenazaron con despedirlos si proyectaban el documental, declaró Maxim Pozdorovkin, quien dirigió la película junto a Mike Lerner.
Una carta del Departamento de Cultura de Moscú formalizó la prohibición de emitir el documental. En ella acusó a los artistas y directores del film de ser ‘provocativos’ y afirmaron que ‘el rol de la cultura es salvar el mundo, hacerlo mejor, no inflamar al público con historias escandalosas que no tienen ningún mérito cultural’.
El documental fue estrenado en el Festival Biografilm en Bolonia y recorre la historia de las activistas rusas que mediante un pequeño acto de protesta llaman la atención de toda una nación, convirtiéndose en tema de controversia a nivel mundial
‘Si hay personas ahí, traeré mi laptop, le pondré inicio y colocaré audífonos, a ver qué pasa’, culminó Pozdorovkin.