El hombre elegido para traducir el lengua de signos la ceremonia de homenaje a Nelson Mandela el 10 de diciembre no solo no dominaba esta lengua sino que además tenía problemas mentales llevaron a su ingreso en un hospital psiquiátrico.
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La prensa sudafricana informó este jueves que Thamsanga Jantjie había sido ingresado la víspera en un establecimiento especializado.
Jantjie había afirmado que sí conocía la lengua de signos, pero que se había visto perturbado por un ataque de esquizofrenia, una enfermedad contra la que asegura tomar medicación, durante la ceremonia en Soweto, retransmitida en directo en todo el mundo y a la que acudieron numerosas personalidades y mandatarios
“Vi ángeles cayendo sobre el estadio. Oía voces, y perdí la concentración”, declaró un día después del acto.
El diario The Star escribió este jueves que la esposa de Jantjie, Siziwe, lo llevó el miércoles a un chequeo en un hospital psiquiátrico situado cerca de Johannesburgo, el cual propuso su ingreso inmediato.
Jantjie tenía prevista una cita en el hospital psiquiátrico Sterkfontein de Krugersdorp, al oeste de Johannesburgo, el 10 de diciembre, el mismo día de la ceremonia en Soweto, según la misma fuente.
Sin embargo, ésta fue modificada cuando se le propuso hacer de intérprete de lengua de signos en el homenaje al difunto ex presidente sudafricano, en la que estaba presente, entre otros, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
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“Los últimos días fueron duros. Lo hemos apoyado porque probablemente tuvo una depresión”, dijo su esposa, citada por el diario.
Su presentación en Soweto provocó un doble escándalo.
Por una parte, de cara a la comunidad de sordos, ya que al cabo de un rato se hizo evidente que Jantjie no hacía más que gestos sin sentido y que no traducía correctamente los discursos de los participantes.
“Gesticulaba y movía sus manos en todos los sentidos. No tenía ninguna gramática, no utilizaba ninguna estructura, no conocía ninguna regla de la lengua”, dijo un intérprete oficial de la de Federación de Sordos de Sudáfrica, Delphin Hlungwane.
La viceministra de Personas Discapacitadas, Hendrietta Bogopane-Zulu, pidió perdón en nombre del gobierno a los sordos sudáafricanos y admitió que Jantjie “no era un intérprete profesional” y que el gobierno había sido “timado” por la empresa que lo envió.
Y por otra parte, por las revelaciones de la prensa sobre su pasado, según las cuales Jantjie tenía antecedentes psiquiátricos y habría estado implicado en un caso de asesinato colectivo, una violación, y robos.
El semanario Sunday Times afirmó el domingo que Jantjie había admitido su participación en un asesinato en 2003.
“Es algo colectivo, a lo que se llama justicia de la masa, y yo estaba allí también”, dijo, citado por el periódico, que precisaba que se habían retirado los cargos contra él porque su enfermedad mental se consideraba suficiente como para no investigarlo.
Esta información difundida por la prensa no ha sido confirmada por fuentes policiales ni judiciales, y Jantjie no parece haber sido condenado nunca.