Actualidad

El Día del Bombero vivido desde adentro

onasrhgfs5a45hyi5cn37k4sd4.jpg publimetro.pe

Por: Fiorella Fiestas

PUBLICIDAD

En un arranque de confianza toqué la puerta de la compañía de bomberos Lima 4, ubicada en Lince, una tarde de febrero de 2012 para dejar mi CV; convencida, en parte, de que lo más probable era que no me convoquen.

Dos semanas después el capitán a cargo me comunicó que tenía una entrevista el 14 de febrero. Esa noche observé que la mirada escéptica del instructor iba disminuyendo al ver que su convocatoria, a pesar de la fecha, había tenido gran acogida. Sin darnos cuenta, 12 jóvenes habíamos pasado la primera prueba.

Hasta ese momento no sabía la exigencia física que conllevaría esta decisión. Desde ese momento tuvimos citación cuatro días a la semana: martes y jueves, para las clases teóricas; y sábados y domingo, para las prácticas. Si llegabas tarde, ‘corriditas’ al parque; y si te atrevías a faltar, ‘masacre’ al techo toda la mañana.

Andábamos por la compañía vestidos con polos azules, buzo y trapos en las manos, sintiendo una mezcla de admiración y envidia por los bomberos que salían disparados a las emergencias cada vez que la Central ‘soltaba’ una máquina. ‘Ya nos tocará salir’, nos repetíamos. A este periodo lo llamamos: ‘aspirantado’.

Para algunos este periodo dura años, para otros toda la vida. Muchos se van diciendo que sus prioridades han cambiado, otros simplemente no regresan. Ya para ese momento, solo quedaban diez aspirantes.

PUBLICIDAD

La siguiente etapa fue la de ‘bomberos alumnos’. Cada año la IV Comandancia Departamental lanza la convocatoria que consiste en rendir un examen psicológico y físico. Algunas de las pruebas incluyen recorrer 3 km en 20 minutos, hacer barras y cargar paños (mangueras). Y depende de cada compañía o ‘bomba’ si te postulan o no, al fin y al cabo hay competencia entre todas.

Esa noche, luego de que los resultados fueron publicados y nuestro bautizo nos dejara con el cuerpo adolorido durante días, nos fuimos a dormir con la satisfacción de ser oficiales de la Compañía Lima 4.

Vestidos de rojo, ahora, la capacitación se hizo más intensa. Los bomberos de nuestra compañía se turnaban para enseñarnos sobre materiales peligrosos, teoría del fuego, ventilación, técnicas de rescate y primeros auxilios.

Tendríamos que esperar un año hasta que la Escuela Básica abriese su convocatoria. Y con el grupo reducido a ocho, recibimos clases intensivas durante cuatro meses.

El domingo me gradué y este 5 de diembre celebro por primera como bombera. Hoy tiene más sentido lo que me dijo un comandante cuando empecé: ‘Cuando eres aspirante, eres visita; de alumno, inquilino; y de bombero, dueño de casa’.

Hoy comprendo que las razones que te motivan a tocar la puerta de tu compañía pueden ser las más irracionales y emotivas, pero tu permanencia debe ser la decisión más sesuda, porque esto no es un voluntariado más, es una profesión para toda la vida.

PUBLICIDAD

Tags

Lo Último