Las promesas son para cumplirse, algo que Jack Hake, de 93 años, hizo al pie de la letra al saltar desde 3 mil metros con las cenizas de su esposa Victoria en Inglaterra.
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Además de la valentía que requiere un salto en paracaídas, Hake tuvo que lidiar con su bypass triple al corazón y su ceguera parcial.
En declaraciones a la cadena CBS, Hake cuenta que su esposa falleció víctima de una enfermedad degenerativa, por lo que en determinado momento optaron por recaudar fondos para la salud de ambos.
‘¿Qué te parece saltar en paracaídas?’, le preguntó Jack. ‘Eso sería magnífico’, respondió Victoria. Pese a la muerte prematura de Victoria antes del gran salto, Jack decidió hacerlo con los restos de su esposa. ‘Ella insistió en que vendría conmigo’, recordó.
Luego del salto, y de ser recibido por el público, Jack pudo recaudar más de mil dólares.