A las puertas de una tienda del este de Caracas, Ana García, una joven gerente comercial, lleva dos horas haciendo fila de casi 200 personas para entrar en grupos de 10 al establecimiento, custodiado permanentemente por dos policías.
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“La medida de Maduro es buena para nosotros, pero supongo que mala para el empresario. Si de verdad los propietarios de las tiendas importan sus productos a dólar oficial (6,30 bolívares) y lo venden calculándolos al negro (más de ocho veces más), se están burlando del pueblo”, explica García a la AFP, mientras varios compradores salen con plasmas, microondas y lavadoras, rebajados a más de la mitad de su precio original.
Maduro, que viene denunciando un alza artificial de precios en algunos rubros en el marco de una “guerra económica” contra Venezuela que según él ha disparado la inflación anualizada al 54,3%, ordenó el viernes una operación para rebajar los precios de los electrodomésticos, y el domingo anunció que esta semana seguirá con los sectores de textiles, calzado, juguetes, ferretería y automotor.
“Ellos (la oposición) están hablando ahora de saqueo. ¿Quién saquea a quién? ¿El dueño de un establecimiento que le pone el precio de 200 mil bolívares, 1200% más a un producto que han comprado con dólares preferenciales o el pueblo que va a comprar con su gobierno a precio justo? ¿Quién saquea a quién?”, se preguntó Maduro al anunciar la medida.
La denuncia de sobreprecios ilegales tiene de fondo el control de cambios vigente desde 2003 en este país con las mayores reservas petroleras del mundo y que importa la mayor parte de los productos que consume.
El dólar se cotiza oficialmente en 6,30 bolívares, mientras que en el mercado negro supera en más de ocho veces esa tasa y crece semanalmente.
Los empresarios se quejan de que no reciben suficientes dólares del gobierno y que se ven obligados a adquirir dólares en el mercado negro para poder importar sus productos, lo cual les obliga a subir los precios, pero las autoridades acusan a muchos de ellos de especular al recibir los dólares oficiales y vender sus productos ajustándose al dólar negro.