Joaquín Leguía es un entusiasta emprendedor social que lleva años concientizando a los niños de que cuidar el medio ambiente es fundamental. Lo hace a través de una singular metodología: un cuento que ya ha traspasado fronteras.
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En 1995, creó su ahora reconocida ONG Asociación para la Niñez y su Ambiente (ANIA) con el objetivo de formar y empoderar a niños, niñas y jóvenes de 5 a 16 años comprometidos con el medio ambiente y el desarrollo sostenible.
Decidió entonces crear a una enternecedora muñeca llamada Ania (al igual que la ONG) para animar a los niños a cultivar plantas y hortalizas en pequeños espacios de tierra llamados TiNis.
‘Estas Tierras de Niños, Niñas y Jóvenes (TiNis) son espacios que un adulto le entrega al niño para que pueda desarrollar vida con el fin de generar algún tipo de beneficio’, comenta Leguía.
La idea es que todo niño puede tener una TiNi en casa, en la escuela y otros espacios de su comunidad. Todo sirve. Solo hay una condición: que esté dividida en tres partes.
‘En una zona, el niño debe plantar algo para él. En otro pedacito, debe sembrar algo para que su comunidad saque provecho. En un tercer pedazo, debe cultivar algo en beneficio del planeta. Por ejemplo, puede ser una planta polinizadora’, comenta.
Lo que el proyecto busca es que a través de sus acciones, los niños generen beneficios para ellos mismos, para los demás y para la naturaleza. ‘Todo esto ayuda a un desarrollo sostenible’, indica Leguía.
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A lo largo de estos 18 años de trabajo, las TiNis se han expandido por doce regiones del país, tanto en la costa,como en la sierra y la selva. En Lima, ya se han realizado experiencias exitosas de Tierras de Niños en los colegios San Silvestre de Miraflores, Markham de Surco y el Mariscal Ramón Castilla del Callao.
Para garantizar que la iniciativa funcione, Leguía y su equipo entregan a los niños y adolescentes kits que llevan una muñeca Ania, un cuento y un DVD con diferentes experiencias de TiNis.
Con el fin de reforzar este interesante programa, ANIA ha instalado un pequeño módulo en el Museo de Historia Natural de Jesús María (Av. Arenales 1256). Allí, se ha hecho una recreación de la casa de la muñeca Ania y su TiNi.
Cabe indicar que la originalidad de esta propuesta ha motivado que diversas ONG de Portugal, la India, Venezuela y Canadá pidan ayuda y asesoría a Leguía para poder replicar esta metodología en sus países.
‘Nuestro objetivo es darle energía a la gente para que se active y asuma como responsabilidad propia el generar un cambio por el bien del planeta’, dice Leguía.
El proyecto, inspirado en un gran jardín que tenía Leguía en su casa cuando era pequeño, también ha llamado la atención de la Unesco.
El año pasado, esta entidad reconoció a la ONG ANIA por sus buenas prácticas de educación para el desarrollo sostenible a nivel mundial.