La madre biológica de María, apodada el “ángel rubio”, encontrada en un campamento de gitanos en Grecia, insistió este domingo en que quiere recuperar a su hija y en que no la vendió, durante la primera entrevista que concedió a la cadena de televisión privada búlgara TV7.
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“¡Quiero a María, soy su madre! Quiero a María, nunca más la dejaré (marchar) a Grecia”, explicó Sacha Ruseva, de 35 años, en su primera entrevista tras el anuncio de los resultados de las pruebas de ADN que confirmaron que era la madre de la pequeña.
“No vendí a mi hija, no conozco a esas personas” con las que se encontró a la niña, declaró entre lágrimas.
“Cometí un error, pero no recibí nada de dinero”, insistió.
El ministro búlgaro del Interior anunció el 25 de octubre que los padres biológicos de la pequeña María, una niña rubia descubierta en un campamento de gitanos del centro de Grecia el 16 de octubre, son Sacha Ruseva y Atanas Rusev, de 38 años, una pareja búlgara de esta minoría étnica.
Sacha Ruseva confirmó que en 2009, cuando María tenía 7 meses, entregó la niña a una mujer que prometió cuidar de ella hasta que sus padres volvieran a buscarla.