“Solo me viene la palabra vergüenza, es una vergüenza”, dijo hoy el Papa Francisco en referencia al naufragio registrado cerca a la isla de Lampedusa, en Italia, en el que han muerto más de 90 personas.
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Estas palabras las dijo al término de su discurso en el convenio sobre el aniversario de la encíclica “Pacem in Terris”.
“Hablando de crisis, hablando de la inhumana crisis económica mundial (…) no puedo dejar de recordar con gran dolor las numerosas víctimas del enésimo trágico naufragio ocurrido hoy cerca a la isla”, añadió.
Asimismo, pidió que se una esfuerzos para que este tipo de tragedias no se repita. “Solo una decidida colaboración de todos puede ayudar a prevenirlas”, dijo a los presentes.
El primer viaje que realizó el Papa Franciso a la isla de Lampedusa fue el pasado mes de julio en el que quiso mostrar al mundo el drama de la inmigración.
Los servicios de rescate siguen recogiendo cadáveres del mar que ya se elevan a cerca de 100 muertos, de los 500 inmigrantes que se encontraban a bordo.
Esta es la segunda tragedia que se registra durante la semana. El pasado 30 de septiembre trece indocumentados fallecieron después de haber sido obligados por los traficantes a saltar de la barcaza en la que viajaban, muchos de ellos no sabían nadar y otros se ahogaron por el fuerte oleaje.
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El grupo de 200 inmigrantes fue obligado a tirarse al mar a pocos metros de la playa del “Pisciotto”, en Sicilia.
Otro grupo de seis indocumentados falleció el pasado 10 de agosto luego que intentaran alcanzar a nado la costa de Sicilia tras haber encallado el pesquero en el que viajaban; la mayoría era procedente de Siria y Egipto.
