(Agencias). La 68 Asamblea General de la ONU se abre hoy en Nueva York (EE.UU.) con la presencia de más de 130 líderes mundiales y la guerra civil en Siria como gran foco de atención, seguida en la agenda por la cuestión nuclear iraní y el espionaje internacional de Estados Unidos.
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La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, será la encargada de pronunciar el primer discurso en el plenario tras las palabras iniciales del secretario general de las Naciones Unidas, el coreano Ban Ki-moon.
Y tal como ya adelantó ayer a los medios brasileños, Rousseff utilizará el tiempo de su intervención para condenar la práctica de espionaje llevada adelante por Estados Unidos, del que ella misma fue víctima directa.
Además, se espera que llame a los países miembros a coordinar acciones al respecto e implementar un ‘nuevo gobierno de Internet, hoy altamente dependiente de Estados Unidos’, aseguró.
Completarán la lista de oradores en esta sesión de apertura el mandatario estadounidense, Barack Obama; su homólogo iraní, Hasan Rohani; el jefe de Estado francés, Francois Hollande; el colombiano Juan Manuel Santos; la argentina Cristina Fernández; y el uruguayo José Mujica.
Con respecto a Siria, se espera que el presidente Obama marque la pauta para firmar la primera resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, el cual obligará a Damasco a respetar sus compromisos de desarme químico.
Hasta ayer, según fuentes diplomáticas de la ONU, Rusia y EE.UU. no conseguían definir si el texto de la resolución debía contemplar ‘medidas coercitivas’, que van desde sanciones económicas hasta el uso de la fuerza en caso de que Siria no cumpla sus compromisos de desarme químico.
En paralelo al tema sirio, otro tema que volcará la atención en la Asamblea será el programa nuclear de Irán. El gobierno de Hassan Rohani mostró ayer su voluntad de diálogo con las potencias mundiales y aceptó que su canciller Mohammad Javad Zarif tenga el jueves una reunión con sus homólogos de EE.UU., Francia, Gran Bretaña, Rusia, China y Alemania. En la reunión, podría estar presente John Kerry, secretario de Estado de EE.UU., un hecho sin precedentes considerando que EE.UU. e Irán no tienen relaciones diplomáticas desde 1979.