Derek Medina, el hombre que hace tres semanas mató a su esposa en Miami para luego confesar el crimen con fotos en Facebook, se declaró este jueves no culpable.
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Medina fue acusado formalmente el jueves de asesinato en segundo grado con un arma mortal, abandono de menores y descarga de un misil mortal.
Medina, de 31 años, había sido acusado inicialmente de asesinato en primer grado, un delito que puede ser condenado con la pena capital.
“En Florida puede variar la acusación entre primer y segundo grado mientras se prepara el juicio, pero hoy fue acusado formalmente de asesinato en segundo grado, presumiblemente al estimarse que no hubo premeditación, pero no es algo definitivo”, explicó a la AFP una fuente de la defensa de Medina que pidió el anonimato.
Medina compareció brevemente ante la jueza del distrito Miami-Dade, Yvonne Colodny, quien fijó como fecha provisional del juicio el 4 de noviembre, aunque es probable que se retrase una vez se inicie el proceso de buscar testigos y la defensa solicite más tiempo para revisar las evidencias.
El abogado defensor de Medina, Saam Zangeneh, dijo a la prensa que su equipo no ha fijado estrategia alguna por el momento.
“No hemos visto la evidencia. ¿Cómo podemos presentar la defensa sin haber visto las evidencias”, se limitó a declarar Zangeneh a la salida del tribunal.
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El pasado 8 de agosto Derek Medina se entregó a la policía tras confesar que mató a su esposa de varios disparos.
Antes de acudir a la comisaría tomó fotos al cadáver de su pareja, Jennifer Alfonso, de 26 años, y las colgó en su página de Facebook, donde también publicó la confesión de crimen.
“RIP Jennifer Alfonso” (Descansa en Paz Jennifer Alfonso), escribió.
Junto con la imagen del cuerpo ensangrentado de su mujer, Medina colgó el siguiente mensaje: “Voy a ir a prisión o ser sentenciado a muerte por matar a mi esposa, los quiero amigos, los voy a extrañar, cuídense, gente de Facebook me van a ver en las noticias”, escribió sin signos de puntuación.
Al final agregó: “Mi esposa me estaba pegando y no voy a tolerar más este abuso por lo tanto hice lo que hice. Espero que me entiendan”, dijo.
Al momento del crimen se encontraba en la casa la hija de 10 años de Alfonso, quien se escondió en la parte de arriba hasta que llegó la policía.
Los padres de Alfonso y otros familiares asistieron a la audiencia del jueves pero no quisieron hacer declaraciones a la prensa.
