Ante el aumento de la criminalidad en Lima, las universidades no han estado exentas de asaltos y robos. Así, en la última semana se registró el asesinato de un estudiante de San Marcos, tras resistirse a un asalto, además de una denuncia de dos estudiantes por robo dentro del mismo campus.
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Un informe realizado por el colectivo universitario corresponsales.pe identifica los centros superiores ubicados en los distritos más peligrosos de la capital, a partir de la II Encuesta Metropolitana de Victimización 2012, que recoge la percepción de la ciudadanía.
Según el documento, los distritos más peligrosos son el Rímac, Cercado de Lima, El Agustino y Breña. En estas zonas se encuentran la Universidad Mayor de San Marcos (además de su Facultad de Medicina, San Fernando), la UNI, la Universidad Federico Villarreal y las universidades Peruana de las Américas, Telesup y UTP. A estas habría que agregar la PUCP, ubicada muy cerca de la San Marcos, y la Cayetano Heredia, a pocas cuadras de la UNI.
¿Pero qué están haciendo estas universidades para garantizar la seguridad de sus alumnos? Al parecer, no mucho. En cinco de los principales centros de estudios nacionales en Lima, la inversión en seguridad y vigilancia no supera ni el 3% de su presupuesto.
San Marcos subió de 0,05% (S/.189 mil de S/. 379,5 millones) en el 2012 a 0,08% (S/.336 mil de S/. 420,7 millones) en el actual presupuesto.
Asimismo, en el 2013, la UNI destinó el 0,2% del total de su presupuesto a gastos de seguridad y vigilancia (es decir, S/.571 mil), pese a estar ubicada en una zona señalada como de alta criminalidad.
Curiosamente, esta última cifra equivale a la compra de al menos 400 kits completos de video vigilancia, según tarifas de dos empresas que venden equipos de seguridad en el mercado. ¿Hace falta mayor presupuesto o una mejor capacidad de gasto? La respuesta la tienen las autoridades universitarias.