Los nueve “sex box”, que entrarán en funcionamiento el 26 de agosto con un horario entre las 19h y las 5h de la mañana, están situados en un barrio industrial, indicó el departamento municipal de asuntos sociales en un comunicado.
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Sólo se podrá acceder en coche y cada automovilista deberá estar solo en su vehículo.
Tras franquear la barrera, los clientes deberán seguir un circuito bien indicado en el que los esperarán entre 30 y 40 prostitutas. Una vez se negocien las prestaciones y tarifas, cada pareja podrá dirigirse a una de las cabinas.
Además de éstas, habrá dos cubículos más pequeños para los clientes que prefieran salir de su vehículo.
Cada garaje, que se asemeja a las cabinas de lavado de coches, estará equipado con un timbre que permitirá a las prostitutas avisar a la policía en todo momento en caso de peligro.
Con este mecanismo, las autoridades municipales quieren aumentar la seguridad de las prostitutas y hacer frente a posibles prácticas de tráfico de personas.
También esperan que con este ya bautizado como “drive-in del sexo” —que estará claramente indicado con paneles de señalización y el símbolo de un paraguas rojo, habitual en Europa del Este—, la prostitución se desplace a las afueras de la ciudad.
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El lugar no tendrá vigilancia por video para no espantar a los clientes, pero sí contará con agentes de seguridad y hasta con asistentes sociales.
El proyecto, que ha costado 2,1 millones de francos suizos (1,6 millones de euros, 2,2 millones de dólares), fue aprobado en 2012 por los habitantes de Zúrich en referéndum.