Un raro caso de rabia trasmitida por un mapache provocó la muerte de un donante de riñón y del receptor del trasplante 18 meses más tarde, confirmaron investigadores estadounidenses el martes.
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En un artículo publicado en la edición del 24 de julio de la Revista de la Asociación Médica Americana (JAMA), los expertos describen los resultados de la investigación de este caso excepcional, anunciado en marzo por las autoridades sanitarias de Estados Unidos.
El donante de órganos, ingresado en un hospital de Florida (sureste) en 2011, murió poco después. Los médicos no se dieron cuenta en el momento de la muerte que el hombre tenía rabia. Pensaron que había regresado de un viaje de pesca con una forma mortal de intoxicación alimentaria.
Sus riñones, corazón e hígado fueron enviados para ser trasplantados a cuatro personas diferentes. Tres de ellos han sobrevivido y no desarrollaron la rabia. Pero el cuarto, que había recibido un riñón izquierdo, murió en febrero de 2013.
Los investigadores revisaron la historia clínica del donante y descubrieron que había respondido “no” a la pregunta de si había estado expuesto a animales potencialmente portadores de la rabia en los últimos seis meses.
En entrevistas posteriores con los parientes del donante, sin embargo, los científicos se enteraron que había sido mordido por al menos dos mapaches unos siete y 18 meses antes de ser ingresado al hospital.
Sus familiares también dijeron que el hombre estaba “regularmente expuesto a la vida salvaje”, al poner trampas para atrapar mapaches en Carolina del Norte (sureste) y usar estos animales como “carnada viva para el entrenamiento de perros” de caza.
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“Los investigadores hallaron, en retrospectiva, que los síntomas del donantes de riñón antes de su muerte correspondían con los de la rabia”, indicó el artículo.
Para los científicos, este caso demuestra que aún hay poca información sobre el periodo de incubación de algunas formas de rabia. No se sabe si las terapias existentes para prevenir el rechazo de órganos implantados pueden jugar un papel en el retraso de la progresión de la enfermedad.
“Hasta donde sabemos, esta es la primera vez que vemos que un órgano perteneciente a un donante con rabia no sucumbe a la enfermedad cuando no estaba vacunado”, dijeron los investigadores.
Este caso también es muy raro en la medida en que pasó un año y medio entre el trasplante de riñón infectado y la muerte del beneficiario, por lo que es “el período de incubación más largo registrado hasta ahora”. El récord anterior era de 39 días.
Los casos de rabia en mapaches han proliferado en Estados Unidos en las últimas décadas, pero la trasmisión a los seres humanos es extremadamente rara. Las infecciones de rabia en seres humanos suelen ser el resultado de mordeduras de perros o murciélagos.
Entre 2000 y 2010, Estados Unidos registró un promedio de dos muertes por rabia por año.