A las ocho en punto se disparó el cohete que daba inicio al encierro y los toros se precipitaron por las pequeñas calles, donde les esperaban miles de corredores para una carrera que los llevó hasta la plaza de toros de Pamplona en 2 minutos y 27 segundos.
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Varios corredores se cayeron en la curvas más peligrosas, formando unos montones sobre los que saltaron limpiamente los toros, acompañados de los seis bueyes que los guiaban.
Cuatro personas, tres españoles y un estadounidense, resultaron heridos y hospitalizados por diversos traumatismos, aunque ninguno por asta de toros, según un balance del gobierno regional de Navarra.
Dos de los españoles, de 37 y 48 años, fueron dados de alta unas horas más tarde. El tercero, de 35 años y procedente de Madrid, sigue en el hospital por traumatismo cráneo-encefálico, lo mismo que el estadounidense, de 41 años y originario de Phoenix, que se encuentra con pronóstico grave por una fractura de la tibia y el peroné de la pierna derecha.
Fue “una carrera típica de los últimos años en que el toro va muy fuerte y muy delante. Muy rápida, con posibilidad de correr porque van estirados”, resumió Joaquín Subasti, un habitante de Pamplona, veterano de las fiestas de San Fermín de 52 años, que lleva 39 participando en los encierros.
“No nos habíamos dado cuenta hasta que punto eran grandes. Eran enormes”, afirmaba después de la carrera un joven corredor británico de 25 años, Scots Ellis, muy emocionado tras su primera carrera. “Fue algo loco, indescriptible”, añadió, asegurando haber tenido miedo.
Además, otro joven español, de 26 años y natural de Zaragoza, fue ingresado el lunes por la tarde con una vértebra fracturada y pronóstico grave tras caerse de un puente de entre dos y tres metros de alto, informó el gobierno navarro.
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Estos encierros, los más espectaculares y famosos de España, son la principal atracción de las fiestas de San Fermín, que finalizarán el 14 de julio, tras haber atraído a Pamplona, la capital navarra, a centenares de miles de visitantes de todo el mundo.
Cada mañana, los toros recorren los 848,6 metros que separan los corrales, donde son colocados la víspera, de la plaza de toros.
En 2012, 20.700 corredores participaron en los ocho encierros que celebraron, es decir, una media de 2.587 diarios. Cada año, entre 200 y 300 mozos resultan heridos y 15 de ellos han muerto desde 1911, el último un español en 2009.