Una nueva polémica electoral se desató en Venezuela luego de que el presidente Nicolás Maduro asegurara conocer la identidad de 900 000 electores que no votaron por él en las elecciones del pasado 14 de abril.
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“Esa declaración del presidente Maduro (…) puede ser entendida por muchos venezolanos como una amenaza hacia electores que, por la razón que fuera y en el ejercicio de su legítimo derecho, decidieron no presentarse en los centros de votación”, dijo este sábado en un comunicado la organización no gubernamental Observatorio Electoral Venezolano (OEV), que agregó que con su comentario el presidente “contribuye de manera importante a crear desconfianza en el voto”.
El pasado jueves, en un acto sobre viviendas financiadas por el gobierno, el presidente advirtió esbozando una sonrisa que conocía la identidad de quienes no votaron por él en las presidenciales de abril: “900.000 compatriotas, ya los tenemos, con cédula de identidad y todo”.
La frase, dicha sin dar más detalles, pasó desapercibida hasta el viernes, cuando desde un acto de masas fue respondida por el líder de la oposición, Henrique Capriles, quien desconoció los resultados de las elecciones del 14 de abril, en las que Maduro ganó por 1,49 puntos porcentuales. “Todos sabemos que el voto es secreto (…) Si este caballero dice que sabe quiénes no votaron por él, entonces estaría diciendo que la elección es fraudulenta”, aseguró.
Para Capriles, la declaración constituye una señal de amedrentamiento a los funcionarios públicos: “Nuestro pueblo puede estar tranquilo (…) Nadie sabe por quién votó usted”, dijo.
La declaración de Maduro se da en momentos en que Capriles espera la respuesta del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) sobre la impugnación de resultados de las elecciones del 14 de abril, en la que pide se repita la votación en 5.729 mesas electorales, que representan más de 2,3 millones de votos.
Otra ONG que ha sido un denunciante de las presuntas irregularidades de las elecciones venezolanas, declaró en un comunicado que “estas infundadas declaraciones pudieran tener el propósito de atemorizar a los empleados públicos y beneficiarios de las misiones, con el fin de torcer su voluntad en los próximos procesos electorales (…)” y pidió que fueran “rechazadas y desmentidas enérgicamente por el CNE (Consejo Nacional Electoral)”.
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Sin embargo, sólo Vicente Díaz, el único de los cinco rectores del CNE cercano a la oposición, se ha pronunciado calificando las declaraciones de “falsas” y “criminales”, en una entrevista con el diario El Universal.
“Si lo que dijo fuese cierto, entonces estaríamos hablando de que se violó uno de los derechos humanos: el de participación mediante el voto, el cual debe ser secreto”, aseguró.
Por su parte, el politólogo Ricardo Sucre dijo a la AFP que “la declaración del presidente demuestra su desconocimiento del momento político que vive el país. Ya con la gente no funcionan las amenazas”.
Desde las elecciones del 7 de octubre, cuando el candidato oficialista fue el fallecido Hugo Chávez, hasta las presidenciales de abril (realizadas tras su muerte), Maduro perdió 603.971 votos duros que habían sido capitalizados por el ex presidente. Eso sin contar los 300.000 que se abstuvieron de participar en el proceso y que se presume eran chavistas.
En Venezuela sigue muy presente el antecedente de la “Lista Tascón”, un documento dado a conocer en 2004 por el exdiputado oficialista Luis Tascón, en donde se revelaron los nombres de aquellos que con su firma solicitaban la revocatoria del mandato del ex presidente Hugo Chávez.
Según la oposición y otros sectores críticos del gobierno, las secuelas de este documento se sintieron sobre todo en los funcionarios públicos, que en muchos casos se abstuvieron de votar para evitar que su tendencia política fuese identificada y que con ello, se tomaran represalias.