Impulsadas por hacer visibles las necesidades de las mujeres, un pequeño grupo de feministas peruanas se unieron a fines de los años setenta para hacer valer sus derechos.
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Hoy, el consolidado Movimiento Manuela Ramos cumple 35 años con una larga cadena de triunfos alcanzados en favor del colectivo femenino, pero también con muchos otros aún por lograr.
‘En más de treinta años se han conseguido, por ejemplo, leyes que nos protegen de la violencia de género. Ahora, el Estado reconoce estos casos y actúa ante ellos’, destaca a Publimetro María Elena Reyes, directora de Manuela Ramos.
Sus más de tres décadas de esfuerzos -junto a los de otras ciudadanas-, sirvieron también para que ahora las peruanas estén más sensibilizadas con su salud sexual, sean más activas dentro de sus comunidades y hasta hayan conseguido posicionarse políticamente.
El camino no fue fácil, asegura Reyes. A lo largo de sus 35 años enfrentaron momentos de convulsiones políticas que dificultaron materializar sus reivindicaciones.
Pese a lo avanzado, Reyes asegura que la ‘agenda de pendientes es grande’. Frente a los varones, las peruanas aún están en inferioridad de condiciones en aspectos laborales y educativos, entre otros.
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‘Debemos aún luchar contra la discriminación laboral, por la equiparación de sueldos y para que todas las mujeres tengan derecho a una educación, especialmente en las comunidades rurales’, dice.
Mientras el movimiento promueve leyes a favor de la protección a la mujer, sus 180 trabajadoras también se encargan de organizar capacitaciones a jueces y policías sobre la violencia de género.
Además, a las mujeres que se acercan a sus oficinas (Av. Juan Pablo Fernandini 1550, Pueblo Libre) les brindan atención y asesoría legal en temas como salud sexual y reproductiva y trabajo.
También en regiones como Ayacucho, Puno y Huancavelica forman a lideresas locales para que ocupen cargos políticos o bien intermedien con los alcaldes.