Rosalinda, un transexual colombiano de 30 años de edad condenado a 60 de cárcel, se encuentra detenido desde hace diez días en una cárcel masculina inadecuada para su condición, denunció este martes su madre, Elizabeth Lambraño.
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“Está en una cárcel donde no hay condiciones para él”, dijo la mujer en una entrevista telefónica con la AFP.
“Aún no le han asignado celda y le han gritado cosas desagradables por su apariencia, incluso los guardias”, lamentó.
Rosalinda, cuyo nombre original es Geovanni Rebolledo Lambraño, fue capturado en un operativo rutinario de la Policía el pasado 3 de mayo en una zona de prostitución de la ciudad de Barranquilla, en el Caribe colombiano.
Al detener a Rosalinda, los agentes descubrieron que, con identidad masculina, había sido condenado en ausencia a 60 años de prisión por hurto calificado, secuestro extorsivo agravado y asociación para delinquir agravado, delitos que habría cometido en Bogotá.
Pero según su madre, la conversión de su hijo en mujer no estuvo motivada por evadir la justicia, pues comenzó desde la adolescencia.
“Para una madre es muy difícil que un hijo sea así, pero es mi hijo y yo lo quiero y no lo voy a dejar solo. Voy a luchar todo lo que pueda para demostrar su inocencia”, declaró esta mujer de 47 años luego de visitarlo el domingo en la cárcel para hombres El Bosque, en Barranquilla.
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“Él empezó a cambiar su apariencia a los 16 años”, narró la madre al recordar que Geovanni, el mayor de sus cinco hijos, huyó del hogar con 14 años, precisamente por la relación difícil que tenía con su padre debido a su condición sexual.
Un año después las autoridades de infancia lo encontraron y lo devolvieron a sus padres, pero a los 16 años se fue definitivamente de la casa.
Tras residir unos años en Barranquilla se fue a vivir a Bogotá, donde trabajaba como peluquero y se prostituía, señaló con tristeza la humilde mujer que vive en el poblado de Soledad, vecino a Barranquilla.
Sobre la dura condena que fue dictada en contra de su hijo, Elizabeth asegura que “es inocente, que lo que ocurrió es que estaba en el lugar equivocado cuando los miembros de la banda ‘Los topos’, a los que se les imputaron esos delitos, fueron capturados”, dijo.
“Él había ido al lugar a devolver un dinero que debía”, puntualizó.
Aunque no se ha sometido a cirugía, los tratamientos hormonales que ha seguido han cambiado notablemente la apariencia de Geovanni, quien resulta irreconocible frente a las fotos con las que contaba hasta ahora la Policía.
“Yo no tengo dinero para pagar un abogado que lo saque de la cárcel”, lamentó la mujer.
