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Mitad chimpancé mitad humano: Fósiles muestran antepasado más cercano del hombre

El andar afectado y torpe del Australopithecus sediba, hace dos millones de años, eventualmente mandaría a un hombre moderno a hacerse una operación de rodillas o a colocarse una prótesis de cadera, pero los científicos están asombrados de cómo la evolución acondicionó a esta especie para trepar árboles y caminar.

Las últimas investigaciones sobre un conjunto sin precedentes de huesos fósiles hallados en Sudáfrica muestran a una antigua criatura de largos brazos y hombros primitivos como un mono, pero piernas que se podían enderezar, manos diestras y un pulgar tipo de humano, preparado para un agarre de precisión.

“Una combinación muy pero muy rara”, dijo Jeremy DeSilva, de la Universidad de Boston y autor principal de uno de los seis artículos que publica este jueves la revista estadounidense Science que describen el más completo conjunto de huesos que se han encontrado de un homínido temprano.

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Los últimos hallazgos ofrecen más diferencias con la famosa homínido Lucy, que fue descubierta en 1974 y cuya especie, la Australopithecus afarensis, recorrió África oriental hace 3,2 millones de años, según los expertos.

“Lo que estos documentos sugieren es que sediba probablemente no proviene de la especie del este africano de la que proviene Lucy”, dijo Lee Berger, quien en 2008 descubrió el yacimiento de fósiles de Malapa, al norte de Johannesburgo, donde aún continúan las excavaciones.

El Australopithecus sediba caminaba de una manera nunca antes vista por los investigadores, con una caja torácica y una columna vertebral “muy como de mono en la parte superior y como de humano en la parte de abajo”, dijo Berger, profesor de la Universidad de Witwatersrand.

Los huesos de cinco individuos han aportado a los paleontólogos algunos hitos impresionantes: la primera rótula, la mejor conservada extremidad superior, y un juego completo de pie, pierna y cadera de una mujer adulta que han permitido reconstruir su paso.

DeSilva dijo que el adulto hembra del Asutralopithecus sediba era un hiper-pronador, es decir, su pie se inclinaba hacia adentro.

Sin un talón fuerte que le sirviera de base como el de los humanos, tuvo que haberse apoyado en la parte exterior de sus pies, haciendo que los huesos de sus espinillas (la tibia y el peroné), rodillas (rótulas) y muslos (fémures) giraran hacia adentro y que diera pasos largos.

¿Suena doloroso? Para nosotros, lo sería. Pero no tendría que haberlo sido para esta hembra, bautizada por los investigadores como MH2.

“Lo que es bello de estos esqueletos es que tienen soluciones anatómicas a muchos de los problemas a los que se enfrentan los humanos que caminan así”, dijo DeSilva a la AFP. “Ellos tienen la anatomía que les permite hacer eso y hacerlo bien”.

Los expertos creen que las criaturas están tan bien conservadas porque murieron tras caer en un pozo. Hasta el momento se han descubierto restos de una mujer adulta, un varón joven, un niño pequeño, un bebé y otro adulto.

“Esto bien podría ser un grupo familiar”, sostuvo DeSilva, quien se dijo impresionado por el estado de las piezas. “Nunca vi fósiles tan bien conservados”.

Artículos que detallan las manos y los dientes del Australopithecus sediba, que indican que comieron una dieta de frutas, hojas y corteza, ya han sido publicados anteriormente.

Pero en la edición actual de Science aparecen nuevos ensayos que ofrecen una visión más detallada de sus mandíbulas, sus dientes, la caja torácica, las extremidades superiores y la columna vertebral.

El trabajo es parte de un proyecto que llevan a cabo científicos internacionales del Instituto de Estudios Evolutivos de la Universidad de Witwatersrand y 15 otras instituciones mundiales.

“Tenemos una visión increíblemente emocionante, tal vez la mejor visión de cualquier especie de homínidos tempranos que habíamos tenido nunca”, dijo Berger.

“Puede que deba ser considerado como el mejor candidato antepasado de los primeros miembros del género Homo”.

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