Según las últimas estimaciones del Departamento de Seguridad Interior (DHS), unos 11,5 millones de inmigrantes no autorizados vivían en Estados Unidos en 2011.
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El pico de población no documentada se registró en 2007, unos 11,8 millones. En 2000, 8,5 millones de personas sin papeles vivían en este país, que actualmente tiene una población de casi 310 millones de personas.
Casi el 85% de los inmigrantes indocumentados provienen de México y América Central. Del total de personas sin papeles, dos tercios son mexicanos (59%, 6,8 millones), seguidos de salvadoreños (6%, 660.000), guatemaltecos (5%, 520.000) y hondureños (3%, 380.000).
Las personas de América del Sur en total alcanzan los 800.000.
Un 40% de los inmigrantes no autorizados entró en forma legal con un visado que luego expiró, calculan las autoridades.
La población inmigrante con residencia legal en 2011 llegó a 13,1 millones de personas, 8,5 millones de ellos con posibilidad de obtener la ciudadanía, según el DHS. Cada año cerca de 1 millón de personas obtiene la residencia legal.
Bajo la presidencia de Obama se han alcanzado cifras inéditas en deportaciones de indocumentados, hasta llegar a 409.849 individuos en el año fiscal 2012, que culminó en septiembre pasado. De ellos, 55% tenían antecedentes criminales, según la agencia de Inmigración y Aduanas (ICE).
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Pero a la vez el gobierno de Obama ha tomado medidas que han beneficiado a las personas sin papeles, como diferir las deportaciones de jóvenes que estudien o se alisten en el Ejército, lo cual podría beneficiar a entre 1,4 y 1,7 millones de personas, según cifras de centros de estudios demográficos.
Asimismo, el gobierno inició la revisión de 300.000 casos de deportación abiertos para centrarse en la expulsión de criminales y cerrar administrativamente los casos menos prioritarios.
A partir de marzo el gobierno reducirá los tiempos de espera de indocumentados casados con un/una estadounidense y con hijos en este país, que debían permanecer en el exterior hasta un año en espera de una cita en un consulado estadounidense para volver a ingresar legalmente.
Mientras, se ha reforzado la seguridad en la frontera con México, incrementado hasta a 21.000 los agentes de la Patrulla Fronteriza, que vigilan junto a 300 soldados de la Guardia Nacional, mientras ha desplegado más tecnología en la zona, incluida una decena de drones.
La Patrulla Fronteriza asegura que la detención de inmigrantes que intentan cruzar la frontera ha descendido a mínimos históricos, de menos de 400.000 al año, luego de haber superado los 1,5 millones a finales de la década de 1990 y principios de 2000.
Mientras, el flujo migratorio neto de México a Estados Unidos ha caído a cero e incluso podría alcanzar una cifra negativa, por la crisis económica estadounidense que llevó a inmigrantes a retornar a sus países, según el centro de análisis Pew Hispanic.
El Departamento de Estado otorgó unas 55.000 visas para trabajadores agrícolas temporales en el año fiscal 2011, dentro de un programa criticado por los productores que dicen que es muy engorroso y no les provee suficiente mano de obra.
Asimismo, actualmente existe una cuota máxima de 66.000 visas para trabajadores temporales no agrícolas.