El párroco suspendido Kevin Wallin fue acusado de haber vendido metanfetamina a policías encubiertos en seis oportunidades. El sacerdote de 61 años será juzgado esta semana junto a cuatro cómplices en el estado de Connecticut en Estados Unidos .
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Medios de Connecticut señalan que el cura también es acusado de ser propietario de una tienda de juguetes sexuales y una de accesorios para el uso de drogas , que habría utilizado para ‘blanquear el dinero de la venta de los estupefacientes’, según el portal Russia Today.
Wallin había sido apartado de sus funciones en la Catedral de San Agustín en mayo del 2012 por vestirse de mujer y utilizar su casa de párroco para mantener relaciones homosexuales.