Poco después de que Ki Suk Han fuera empujado a las vías del metro y segundos antes de que muriera arrollado por el tren, un fotógrafo free-lance del New York Post tomó la foto de sus últimos instantes de vida. Dicho periódico publicó la imagen en su portada, provocando la indignación de muchos neoyorquinos.
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‘Empujado a la vía del metro, este hombre está a punto de morir. Condenado’, decía la portada del New York Post . La imagen, tomada por R. Umar Abbasi , muestra a un hombre, pequeño y solitario, arañando la plataforma para tratar de salvarse mientras un tren se vislumbra a corta distancia.
El sospechoso del empujón, de 30 años de edad, Naeem Davis, ya se entregó a la policía. Pero las críticas se centraron desde el miércoles en el diario y en el fotógrafo.
‘Es muy triste’, escribió Taj Washington en un comentario publicado en la cuenta de Facebook del New York Post. ‘¿Los testigos no pudieron salvar al hombre? El fotógrafo debería haber tenido mayor criterio’.
‘Lo que me sorprende es el hecho de que tanta gente pudo salvar a este hombre y no lo hizo’, publicó Alicia Capozzi. ‘Él fue empujado y tenía que levantarse, correr hacia un lado y tratar de subir. Los demás lo podían haber salvado’, agregó.
Ante la avalancha de acusaciones por tanta inacción, el Dr. Scott Bea, psicólogo de la Cleveland Clinic , le dijo a Publimetro que lo ocurrido es un fenómeno conocido como ‘efecto espectador’. ‘El público tiene una fuerte tendencia a juzgar negativamente a los testigos sin entender la poderosa naturaleza de este fenómeno psicológico‘, sentencia.
Abbasi, por su parte, se defendió diciendo que él tomó las fotografías y utilizó el flash con la esperanza de alertar al tren para que se detuviera. ‘Yo hice mi parte’, afirmó el ahora repudiado fotógrafo.