Protegerse del sol y controlar periódicamente la piel y los lunares es fundamental para prevenir el cáncer de piel .
PUBLICIDAD
Sin embargo, los genes también cumplen un rol primordial en la aparición de esta enfermedad.
Eso explicaría por qué las tasas de cáncer de piel siguen aumentando en todo el mundo, a pesar de las masivas campañas de información que se realizan para prevenirlo.
Los estudios demuestran la existencia de mutaciones muy específicas en el complejo universo del ADN que provocarían la aparición de lunares malignos incluso en aquellas zonas a las que nunca llega el sol, como detrás de la oreja o en los genitales.
‘La genética ha demostrado que no todos los melanomas son iguales, sino que dependen del lugar del cuerpo donde se desarrollen’, indica el dermatólogo Francisco Bravo Puccio, profesor de la Universidad Peruana Cayetano Heredia .
‘Un melanoma en la cara no es igual que uno en la espalda o uno en la planta del pie. Esas diferencias son importantes porque permiten el diseño de medicamentos dirigidos a corregir dichas aberraciones genéticas’, señala este experto.
Gracias al estudio genético, ya se han descubierto, por ejemplo, las vías de control genético de un tipo de cáncer de piel llamado Epiteloma Basocelular, que es el tipo más común y también el menos peligroso.
PUBLICIDAD
‘Eso ha permitido ya desarrollar un medicamento que ofrece una nueva opción de tratamiento para estos pacientes, aunque su uso está limitado a cánceres avanzados’, revela el doctor Bravo Puccio.
Sin embargo, lo que los científicos no logran descifrar aún es qué es lo que hace que estas mutaciones del cáncer de piel aumenten y ataquen sobre todo a personas más jóvenes.
Un estudio publicado en abril en la revista Mayo Clinic Proceedings reveló que el cáncer cutáneo aumenta peligrosamente su incidencia entre los jóvenes de 20 a 30 años, y más en mujeres.
Hasta que ese misterio no se resuelva, los expertos apuestan por reducir los factores de riesgo al máximo.
Lamentablemente, el bronceado continúa teniendo un peso social muy fuerte entre la gente.
A pesar de que hay un mayor conocimiento de los perniciosos efectos de los rayos ultravioleta , se mantiene el mal comportamiento ante el sol.
‘En el Perú, los casos de cáncer de piel aumentan de forma alarmante. De ocupar el décimo lugar en frecuencia, el año 2011 terminó posicionándose entre los 5 cánceres más frecuentes. Esto demuestra la poca cultura de prevención que hay’, acota el doctor Gilmar Grisson, cirujano oncólogo de la Liga Peruana Contra el Cáncer .
Además de los cuidados ya conocidos como el uso de bloqueadores y sombreros, el experto recomienda usar ropa de manga larga, así haya sol.
‘Hay que recordar que el sol ingresa al cuerpo y ya no sale. El daño se acumula. El cáncer aparece mucho después. Por ello la protección debe ser temprana’, finaliza.