Desde que el Gobierno israelí inició una convocatoria de emergencia a sus miles de reservistas, la posibilidad de una invasión terrestre a Gaza estaba cada vez más clara.
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‘Mi jefe ya ha sido movilizado, y ahora soy responsable de las vidas de la mitad de Israel. Llamarlo por alguna consulta va a ser difícil’, afirma Faina Milman, oficial de seguridad a cargo del mantenimiento de las barreras de separación entre Israel y los territorios palestinos.
‘Si la llamada a filas se expande, más jóvenes se recultarán. Pero a juzgar por cómo funciona nuestro Ejército, la operación en Gaza será precisa y bien pensada’, agrega.
El ambiente entre los reservistas movilizados es de guerra. Incluso los israelíes que apoyan más la búsqueda de paz y políticas pro-palestina, toman las armas para defender a su país.
‘Estoy a favor de la paz. Continuamente tengo discusiones con mis amigos porque no soy de derecha, no es de mi agrado matar árabes, pero no quiero que dividan Jerusalén y dar nuestras tierras a los palestinos. Por eso me voy a reclutar’, dice Ilya, estudiante de la Universidad de Jerusalén.
Por el momento, la fecha exacta de la operación terrestre sigue siendo un misterio, pero la gente tiene confianza. ‘Tenemos el apoyo de Estados Unidos y Europa. Eso no cambiará hasta que cometamos algún error’, dice Milman.