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Pilar Sordo te dice cómo educar a los hijos

u3fog2mfzrdnbjbarfpbyyqo5i.jpg publimetro.pe (CORTESIA/CORTESIA)

Por Sabrina Rodríguez

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La reconocida psicóloga chilena Pilar Sordo regresa al Perú para dar un ciclo de conferencias a fines de mes. A diferencia de su última visita del año pasado, en la que habló sobre las diferencias entre lo femenino y lo masculino, ahora hablará sobre la educación de los hijos. Desde Chile, conversó con Publimetro.

Tus conferencias se basan en tu tercer libro No quiero crecer (Editorial Norma, 2009), en el que descubres que los niños temen hacerse mayores. ¿Por qué los niños no quieren crecer?

Durante tres años, me dediqué a entrevistar a 4 mil familias de Latinoamérica. Centenares de niños me decían que no querían llegar a ser adultos. Sentían que el testimonio que les daban los mayores era negativo. ‘Los adultos nunca sonríen, se quejan siempre’, me decían. Los mayores encarnaban para ellos un modelo al que no querían parecerse.

¿En qué fallan los padres?

En las inconsistencias de sus discursos. Los padres del siglo XXI sufren una crisis de autoridad. Tienden a gratificar a los hijos en extremo, a complacerlos a través de cosas. Confunden ser amigos con el rol de padre. Yo puedo ser su amiga, pero también soy su mamá y eso es ser (con perdón) jodida.

¿Algunos consejos para recuperar esa autoridad?

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Combinar dos aspectos: la disciplina y la ternura. Los padres deben dejar bien claro que son la autoridad, pero deben mezclarlo con amor. Es importante ser claro con los hijos y darles un grado de incomodidad.

¿Cuáles son los desafíos de los adolescentes de este nuevo siglo?

Los mismos de siempre. En la adolescencia, los jóvenes buscan su identidad, tratan de saber adónde quieren ir. Eso no ha cambiado.

Un vínculo estable entre los padres e hijos es fundamental para encarar ese síndrome de Peter Pan de los niños. ¿Cómo se puede lograr?

Con pequeñas acciones, como apagar el televisor y volverse a sentarse a la mesa. Cuando conversamos con nuestros hijos, volver a mirarlos a los ojos. También se puede ir a pasear, pero sin celulares ni los otros dispositivos que ahora nos da la tecnología.

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