Como miles de dueños de perros en Pekín, Ling tiene que esperar hasta medianoche, cuando los policías no están a la vista, antes de que pueda violar la ley… al sacar a su perro para que haga sus necesidades.
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En 1949 el Partido Comunista de China declaró que tener un perro era un ‘símbolo de la decadencia y extravagancia criminal en un momento de escasez de alimentos’. Desde entonces, el People Daily , periódico oficial del partido, frecuentemente culpa a los dueños de perros de ser ‘incivilizados e insalubres’.
Fue solo desde 2003 que la propiedad del perro ha sido tolerada en esta ciudad de 20 millones de personas, pero sólo para perros menores de 35 cm.
‘Es como si Labradores o Golden Retrievers fueran vistos como una mayor amenaza que todos esos motociclistas locos manejando por las ciclorrutas en Pekín’, dice Song Ying (foto), de 24 años, quien cría a un poodle de dos años llamado Winny.
Los poodles de Pekín tampoco tienen una vida fácil. En el centro, a los perros pequeños se les niega el acceso a parques, centros comerciales, transporte público y avenidas principales. En un anuncio dudoso en la entrada del Ritan Park se lee: ‘Ningún visitante debe entrar en el parque con sus mascotas o armas letales como pistolas, bombas y cuchillos’.
Para ellos, un parque temático de perros llamado cool baby fue abierto por un empresario local en 2006. Situado en el afluente Distrito de Chaoyang, pronto se convirtió en un punto de encuentro de la clase media en ascenso, orgullosa de mostrar libremente su compañero canino legal, junto con su hijo único.
¿Y si resultas multado? La Policía de Pekín puede cobrar a propietarios ilegales de perros grandes hasta 5000 yuanes (800 dólares). El perro también es incautado y confiscado en las afueras de Pekín.
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No está claro si por este canino conservaría la vida o sería sacrificado. Un foro de internet afirma que los más sanos se utilizan como alimento para los tigres en el Zoológico Nacional. A pesar de que esta prohibición altera a muchas ONG animales , se ha convertido en un pasatiempo para los habitantes de Pekín.
Algunos registran a su perro en otras ciudades y fingen que solo están ahí por el fin de semana. Otros llevan a su perro a dar un paseo por la zona de las embajadas en Sanlitun, donde los diplomáticos extranjeros y funcionarios chinos viven y hay una mayor tolerancia por parte de la Policía.
No obstante, la prohibición de los perros grandes se está extendiendo a otras ciudades chinas importantes como Shenzhen y Harbin. ‘Sugerimos al Gobierno promover la cría de perros de una manera responsable, en lugar de imponer regulaciones tan severas’, dijo Deng Yidan, de Animals Asia Foundation, ONG con sede en Hong-Kong.