Por mucho tiempo, usar la mano izquierda fue sinónimo de maldad. Incluso, en décadas pasadas, en las escuelas, los niños zurdos eran castigados, atados a sillas y recibían reglazos para evitar que realizaran sus actividades con esta mano. La ‘siniestra’ fue asimilada como lo contrario a lo bueno. Había que desterrarla desde que los niños dieran los primeros signos de preferir la lateralidad izquierda.
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En la actualidad, ser zurdo ya no merece tales reacciones. Sin embargo, no se puede negar que para los niños con esta lateralidad algunas situaciones cotidianas resultan más difíciles.
Aprender a escribir, cortar con tijeras y otras situaciones pueden generar una gran frustración. Por eso es muy importantes saber cómo encaminar a estos menores.
A continuación, algunos consejos para educar a un niño zurdo.
1. Establecer tempranamente si el niño es verdaderamente zurdo.
Se puede reconocer si un niño es zurdo generalmente entre los 3 y 6 años. La manera más sencilla de comprobarlo es observar cómo evoluciona su preferencia manual, viendo qué mano, pie u ojo utiliza cuando realiza de forma espontánea acciones tales como sujetar una mamadera.
2. No obligarlos a cambiar de mano.
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Si el niño es obligado a utilizar la mano derecha, eso implica que usará la mano más débil y menos hábil. Esto lo hará torpe, inefectivo y lo agotara innecesariamente, haciendo que el aprendizaje sea más dificultoso y frustrante. Forzar la lateralidad de una persona (lo que se llama un ‘zurdo contrariado’) conlleva muchos problemas. Así lo sostiene Jane M. Healey, neuropsicóloga infantil y autora del libro El niño zurdo.
3. Hay que guiarles como un espejo.
Si la madre o el padre es diestro, la mejor manera de ayudar a un niño zurdo es sentarse frente a él y guiarlo como si fuera la imagen que se refleja ante un espejo.
4. Ayuda de los profesores.
Los profesores deben informarse desde un principio si hay niños zurdos en su clase, prestarles atención y procurar que usen las herramientas adecuadas.
