Aunque no lo creas, el espacio tiene su olor característico. A pesar de que los astronautas no lo sientan, pues visten el traje espacial en sus caminatas fuera de la nave, sí logran percibir un aroma particular impregnado en sus herramientas y guantes.
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Según el científico inglés Steve Pearce, el espacio huele a ‘sudoración de pies mezclado con el olor del disolvente y de la gasolina’. Por su parte, el astronauta ruso Alexander Skvortsov señaló hace dos años que el olor es “comparable al que se produce cuando de niño golpeas una piedra de granito contra otra’.
Otra experiencia con el olor del espacio suele suceder cuando la nave regresa a la Tierra, donde “un equipo de ayudantes entra en la cápsula. Olía a sótano húmedo, a seres humanos, casi igual como en un vestuario de fútbol’, confesó el astronauta Jean-François Clervoy.