La mayoría de las risas humanas son fingidas y casi todas las personas pueden identificarlas, señalan investigadores de la University College de Londres.
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‘La gran mayoría de las risas son deliberadas’, dijo a Publimetro la profesora Sophie Scott, quien llevó a cabo el estudio. Su equipo ha estado explorando el lenguaje de la risa a través de un experimento que implicaba mostrar risas descontroladas y fingidas a un grupo de personas. Casi todos los participantes fueron capaces de identificar las risas falsas.
‘En realidad, suena diferente’, dice Scott. ‘Cuando uno está riendo de verdad, fuerza el aire de los pulmones a un ritmo mucho más alto. Esto puede llevarnos a tener un tono de voz más agudo o a emitir sonidos silbantes’, añade.
El equipo también llevó a cabo resonancias magnéticas del cerebro de las personas que se reían y encontró que la risa fingida activa la parte de ‘solución de problemas’ del cerebro, algo que no sucede con la risa espontánea.
También descubrieron que, a pesar de saber que era falsa, las personas reaccionaron de forma positiva a la risa fingida, en vez de sentirse ofendidas. ‘Eso confirma el lazo con la otra persona y demuestra que te agrada’, explica Scott.
Este estudio suma a las investigaciones existentes nueva información sobre la frecuencia de la risa. El neurólogo Robert Provine, parte del equipo de Sophie Scott, indica que menos del 20% de la risa está relacionada con las bromas, y que las personas son 30 veces más propensas a reírse de algo en compañía que solos.
En la actualidad, la risa fingida incluso se enseña como parte de los clubes de ‘yoga de la risa’, una nueva tendencia dentro del yoga. Se cree que fingir la risa brinda los mismos beneficios (reducción del estrés, ejercicio muscular) de la risa espontánea.
Sin embargo, el comediante Alex Lowe dijo a Publimetro que ‘es mucho más gratificante tener esa experiencia auténtica de la risa, y no tener que reír rodeado por limitaciones sociológicas’.