Por Óscar García
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Un 90% de la información que nos rodea la captamos a través de la vista y el oído. Una persona sordociega, por tanto, solo percibe un 10% del mundo, hecho que las coloca en una evidente situación de exclusión.
En el Perú, la sordoceguera recién fue reconocida como discapacidad en el 2010 (Ley 29524), pero no existe hasta ahora una estadística que revele el alcance real de esta condición en el país. ‘Si aplicamos un estimado internacional, se podría decir que hay unas 8 mil personas con sordoceguera en el Perú’, comentó a Publimetro Ricardo Zevallos, director de Sense Internacional, asociación sin fines de lucro que trabaja a favor de estas personas.
Un sordociego puede comunicarse de varios modos: si tiene algún ‘resto visual’ puede aprender lengua de señas. Si no, a través de sistemas dactilógicos, que consiste en dibujar un alfabeto sobre la palma de la mano.
La Ley 29524 indica que es una obligación de las instituciones del Estado contar con un servicio de guía de interpretación para personas sordociegas desde el 1 de julio del 2011. Lo mismo para las entidades privadas desde el 1 de enero del 2012. Pero eso no se cumple, según Sense.
‘El problema es que falta que se cree un sistema de certificación oficial de estos intérpretes, un tema que ha quedado pendiente’, sostuvo Zevallos.