Autoridades judiciales de Turquía dictaminaron que el sexo oral y anal es una práctica “antinatural”, comparándola incluso con la tortura, la violencia sadomasoquista, la zoofilia y la necrofilia.
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Si bien las prácticas antes mencionadas no están prohibidas, la difusión de pornografía en cualquier medio, salvo en las obras artísticas, sí es penalizada por las autoridades euroasiáticas.
Cabe destacas que la resolución adoptada por el Tribunal Supremo sorprendió a los ciudadanos, quienes están acostumbrados a la concepción laica y liberal.