La pequeña Megan Ham, de 11 años, sufre de una extraña enfermedad llamada lisencefalia, que provoca severos daños neurológicos. A pesar que los doctores dijeron que ella no podrá caminar o hablar en su vida, Ham comenzó a tener reacciones positivas cuando escucha la música de Justin Bieber.
El drama de Ham empezó al poco tiempo de haber nacido. A lo largo de su vida, la pequeña ha padecido hasta 70 ataques de epilepsia por día.
Un día por casualidad transmitieron una canción de la estrella pop en la radio y la joven comenzó a sonreír y mover las extremidades. Según Roxanne y Michael Ham, padres de la menor, ahora Megan interactúa y se comunica con su familia con mayor frecuencia.