Dos esqueletos de la Edad Media atravesados por trozos de hierro para que no se transformaran en vampiros fueron descubiertos recientemente en la ciudad búlgara de Sozopol, en el Mar Negro, anunció el martes a la AFP el director del Instituto Histórico Nacional, Bojidar Dimitrov.
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“Esos dos esqueletos atravesados por trozos de hierro ponen en evidencia una práctica que se mantuvo en algunas aldeas búlgaras hasta la primera década del siglo XX”, declaró.
Según una creencia pagana, el corazón de los muertos que en vida eran considerados “malvados” era atravesado con una estaca de madera o de hierro. De esa forma los clavaban al féretro y les impedían salir a medianoche, transformados en vampiros, explicó.
De acuerdo con Bojidar Dimitrov, unos cien esqueletos de ese tipo fueron encontrados en Bulgaria.
El arqueólogo Petar Balabanov, que en 2004 descubrió seis esqueletos del siglo IV “inmovilizados” con clavos en el sitio arqueológico vecino de Debelt (este), declaró que esta práctica había existido también en otros países balcánicos, sobre todo en Serbia.
La leyenda de vampiros más conocida de los Balcanes es la del conde rumano Vlad El Empalador, que empalaba a sus adversarios antes de beber su sangre, y que inspiró el personaje de Drácula al escritor irlandés Bram Stoker.