Si el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, logra su propósito, nadie podrá tomarse una coca cola grande (de 44 onzas o 1.3 litros) en cualquiera de los restaurantes de la Gran Manzana después de marzo de 2013.
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Bloomberg tiene claro que las bebidas azucaradas contribuyen a la obesidad en Estados Unidos, de ahí su propuesta, según recoge CNN.
La iniciativa del alcalde de Nueva York prohibiría la venta de cualquier bebida azucarada de más de 16 onzas en cualquiera de los restaurantes de la ciudad, tiendas gourmet, salas de cine e incluso carritos de la calle, según los informes de Nueva York.
Las ventas de bebidas azucaradas de más de 16 onzas (0,47 litros) todavía estaría permitidas en los supermercados y tiendas de ultramarinos, de acuerdo con los informes.
La prohibición de Bloomberg no afectaría a las bebidas sin azúcar, los jugos, los batidos o el alcohol.