¡Tranquilo! No hubo ninguna víctima, pues se trata de un experimento realizado en Baja California, México. El avión que observas en las imágenes es un Boeing 727, caracterizado por sus 170 asientos y casi 50 metros de largo.
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El objetivo del experimento era medir el impacto en casos de aterrizaje forzoso, por lo que se utilizaron maniquíes con censores en los asientos de los pasajeros.
Los pilotos volaron sobre el terreno y se eyectaron momentos antes del gran impacto. En el último tramo, personal desde tierra dirigía el avión a control remoto.