El director del Museo de arte contemporáneo de Casoria, cerca de Nápoles (sur de Italia) comenzó esta semana a quemar sus obras para protestar contra los importantes recortes de presupuesto en el rubro cultural.
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En la tarde del miércoles, el fundador y director del museo, Antonio Manfredi, redujo a cenizas una obra de la artista francesa Severine Bourguignon, que había previamente dado su acuerdo y acompaño la acción de las llamas mediante Skype.
“Las miles de obras que exponemos están de cualquier forma destinadas a la destrucción ante la indiferencia del gobierno”, explicó Manfredi, quien tiene la intención de quemar tres obras por semana en el marco de una iniciativa titulada “Art war” (La Guerra del Arte).
Desesperado por las amenazas de la mafia y la inactividad del gobierno para proteger el patrimonio, Manfredi ya llegó el año pasado a escribir una carta a la canciller alemana Angela Merkel para pedirle asilo.