Al parecer, el pelo al viento y la adrenalina que genera ir a varios kilómetros por hora en una carretera, han sido suplantados por la emoción de poder descargarse nuevas aplicaciones en el último gadget de moda.
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Según un reciente artículo del New York Times, los jóvenes ya no estarían tan interesados como antes en obtener un auto. Prueba de ello es que menos de la mitad de los conductores potenciales de 19 años o menos obtuvo su licencia para el 2008 en comparación con el 64,4% del mismo grupo de edad que lo hizo en 1998. Y el 46% de los conductores entre las edades de 18 y 24 prefieren tener acceso a internet que andar en cuatro ruedas.
En la era de los iPads, iPhones, y un largo etcétera, los fabricantes saben que se encuentran ante un nuevo consumidor. Ahora ponen las barbas en remojo para lograr identificar las necesidades y gustos de este nuevo conductor potencial.
Aquí las 5 razones por las cuales ya no es tan común que los jóvenes posean un auto:
1. Viven en ciudades. Alrededor de un tercio de personas entre los 20 y 30 años viven en zonas urbanas, según un informe publicado Pew Research Center en el 2010. Del grupo restante, es decir, aquellos que viven en zonas rurales, es muy elevado el número de quienes aspiran a cambiar de aires a unos más citadinos.
2. La billetera no está tan cargada. Un buen auto usado puede fluctuar en más o menos un par de miles de dólares. Uno nuevo, en promedio, unos 15 mil. Sumemos a esto los seguros, el precio del combustible y gastos eventuales como reparaciones. Un joven de 19 a 23 está en la Universidad. ¿Cuadran los números?
3. Viven con sus padres. ¿Quién necesita auto cuando te puede jalar algún familiar? O, mejor aún, cuando te prestan el carro. Como va la economía, el acontecimiento de ‘volar fuera del nido’ se retrasa cada día más.
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4. Se prestan los autos. La cultura de la Internet ha jugado un papel preponderante en los jóvenes. Todo ahora se comparte, incluidos los carros.
5. Utilizan el transporte público. Nunca antes se ha viajado en transporte público como ahora. Además, el incremento de los combustibles hace que el comprar un auto sea una decisión mucho más difícil que en años anteriores.