Tal como informa el portal InfoBae.com, el estar sentado no sólo afecta a personas con hábitos alimenticios buenos, sino a todos por igual. “Cuando le decimos a la población cuánta actividad física debería hacer, también debemos hablarle sobre cómo reducir la cantidad de horas diarias que pasa sentada”, dijo Hidde van der Ploeg, de la Universidad de Sidney.
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El trabajo sugiere que reemplazar algo de ese tiempo con actividad física suave, como caminar y hacer las tareas del hogar, tendría beneficios importantes en el largo plazo.
Entre más de 200 mil mayores de 45 años, el equipo de Van der Ploeg observó que los que permanecían sentados por lo menos durante 11 horas por día eran un 40% más propensos a morir durante el estudio que los que lo hacían menos de cuatro horas diarias.
El equipo de Van der Ploeg encuestó a 220 mil personas de Nueva Gales del Sur, Australia, entre 2006 y 2008. Los participantes respondieron sobre su estado de salud general, cuántas enfermedades tenían, si fumaban y cuánto tiempo por día hacían ejercicio y estaban sentados.
Luego, el equipo controló los registros de mortalidad de Australia durante casi tres años. En ese período, murieron 5.400 participantes (el 2-3 por ciento).
Los autores hallaron que el riesgo extra asociado con el tiempo de sedentarismo se mantuvo independientemente de si los participantes tenían peso normal o sobrepeso, de la cantidad de horas de trabajo y si tenían enfermedades previas o no, según publica Archives of Internal Medicine.
Demasiado tiempo en una silla afectaría los vasos sanguíneos y el metabolismo al aumentar las grasas que circulan en la sangre y reducir el colesterol “bueno”.