Aunque suene contrario a toda lógica, en Colombia la corrupción tiene su debido premio. Ayer, el colectivo anticorrupción Movimiento Manos Limpias entregó su peculiar galardón, los Premios Carroña 2012, a los políticos y empresarios más deshonestos del país.
PUBLICIDAD
Ex ministros, concejales de la Municipalidad de Bogotá, el Congreso de la República y la costosa pantalla electrónica del estadio Pascual Guerrero (Cali) formaban parte de los 83 candidatos a hacerse con este singular premio, una insignia de un buitre vestido con terno y corbata tricolor (amarillo, rojo y azul, colores de la bandera colombiana).
En una ceremonia cargada de humor y celebrada en un estudio de televisión en Bogotá, el autor de la telenovela Sin tetas no hay paraíso, Gustavo Bolívar, y un grupo de reconocidos actores colombianos fueron los encargados de entregar el ave rapaz en nueve categorías, entre las que destacan la de la entidad más corrupta, el peor alcalde y el peor congresista.
No fueron los laureados, sino humoristas colombianos, quienes subieron al estrado para recoger el premio. Lo hicieron enmascarados de ‘dummis’, unos muñecos de tela con la cara de los ganadores.
Los comentarios de los internautas en las cuentas de las redes sociales del Movimiento Manos Limpias sirvieron al colectivo para nominar a los políticos y empresarios. Cuatro de las decenas de los nominados fueron personajes vinculados al caso Carrusel de la Contratación, que en el 2010 desveló los cobros de comisiones multimillonarias por parte del ex congresista Germán Olano.
Ese escándalo fue calificado como uno de los más importantes casos de corrupción descubiertos en la historia reciente de Colombia.
