A pesar de las duras críticas a las reconocidas marcas, estas fueron firmes y enfatizaron que sus productos son inofensivos.
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Ambas marcas hicieron cambios en su fórmula para evitar tener que incluir en sus etiquetas en California un mensaje de advertencia sobre la presencia de 4-metilimidazol (4-MEI), un colorante de caramelo derivado del amoníaco y del sulfito, cuya absorción en altas dosis ha causado cáncer en animales de laboratorio.
Para el 4-MEI, California ha establecido una tasa máxima de 29 microgramos por producto consumido. Según un estudio reciente realizado en Washington por la organización de consumidores Centro para la Ciencia en el Interés Público, una lata de Coca Cola o Pepsi contiene entre 103 y 153 microgramos.
La Asociación Estadounidense de Bebidas (ABA, por su sigla en inglés) estima que su carácter cancerígeno no fue demostrado más que en un solo estudio en ratones y argumenta que las agencias de inocuidad de los alimentos de Estados Unidos (FDA), de Canadá (Health Canada) y de Europa (EFSA) no la prohíben y no han establecido un límite máximo para los productos de consumo.
“En realidad, estas agencias consideran que el colorante de caramelo utilizado en los alimentos no tiene riesgos”, dijo la ABA en un comunicado.
La asociación que representa a la industria dijo que se deberían beber 2.900 latas por día durante 70 años para alcanzar el umbral al que los ratones fueron expuestos durante esa prueba.
Los cambios se harán en todo Estados Unidos y posteriormente a nivel global.