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Tres jóvenes talentos prometen ser parte importante del futuro de la industria musical y han decidido hacerse músicos profesionales. La Universidad Privada de Ciencias Aplicadas les ofrece esa oportunidad con su Escuela de Música . Uno quiere ser percusionista, otra compositora y cantante, y otro bajista, pero los tres tienen un pensamiento en común: ‘Sí se puede vivir de la música en nuestro país’.
El Mundo Profesional Diego Rodríguez Cárdenas, 22 años Baterista de la banda de Gianmarco. Para él, estudiar profesionalmente la carrera de música en la UPC fue muy importante por dos motivos: ‘El salto de provincia a la capital (Diego es de Arequipa) por las opciones que existen en Lima, y porque era la oportunidad de formalizar lo que venía haciendo. En Arequipa yo tocaba pero nunca había estudiado, no había tenido la oportunidad de estar en una universidad con una formación seria para encaminarme a un mundo profesional’.
El Reto de la Música Micaela Panizo Putnam, 18 años Cantante. Desde muy pequeña tenía el gusto por la música. Con los años el interés fue creciendo: ‘Quería saber qué había detrás de cada canción que escuchaba, no quedarme solo en cantar, sino saber cómo funciona el movimiento de la música, y la única forma era a través de una carrera profesional que te puede dar todas las posibilidades de poder vivir de la música’.
Todo por Casualidad Álvaro Sovero Morales, 20 años Álvaro afirma que ‘casi todo le ha sucedido por casualidad’. Su primer contacto con la música fue a los 9 años, cuando un profesor le dijo que empezara a tocar la guitarra porque le ‘quedaba bien’. A los 10 años empezó a estudiar en el Museo de Arte con Pepe Torres; iba a postular al Conservatorio, pero sus padres querían que estudie ‘una carrera’ y entró a la UPC en Administración. Pero, oh sorpresa, esta universidad abrió la Escuela de Música y decidió ingresar a su academia.