Estados Unidos rindió homenaje el sábado a los “héroes olvidados” del 11 de septiembre con un monumento nacional dedicado a los 40 pasajeros y la tripulación del vuelo 93 de United Airlines, todos fallecidos al estrellarse en Pennsylvania el avión secuestrado.
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Un largo muro de piedra blanca lleva los nombres de aquellos que lucharon contra los terroristas de Al Qaida que habían secuestrado el cuarto avión el 11 de septiembre de 2001.
El entonces presidente George W. Bush, su predecesor Bill Clinton y el actual vicepresidente, Joe Biden, se unieron a las familias de las víctimas y otros varios cientos de personas bajo un cielo gris pizarra.
Al caer la noche se verá la solemne iluminación de cerca de 3.000 luminarias en la memoria de todos los que murieron en el World Trade Center, el Pentágono y Shanksville.
El domingo, el presidente Barack Obama se unirá a un servicio conmemorativo de dos horas en el lugar donde el vuelo 93 se estrelló, para levantar el perfil de un episodio que suele pasar desapercibido entre los catastróficos atentados del 11 de septiembre.